martes, 29 de abril de 2008

Un mundo apropiado para niñas y niños

En septiembre de 2007 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) analizó el informe del Secretario General “Seguimiento de los resultados del periodo extraordinario de sesiones sobre la infancia”, cuyo contenido se refiere al avance en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y que apareció en diciembre del mismo año bajo la denominación de Avances hacia “Un mundo apropiado para las niñas y niños” y que se refiere en sus seis capítulos a la situación actual; a la salud; a la educación de calidad; a la protección contra los malos tratos, la explotación y la violencia; la lucha contra el VIH y el sida; y, lo que podemos y debemos hacer como países a favor del futuro de la niñez. Con motivo del próximo Dia del Niño, nos referiremos al aspecto “¿Qué podemos hacer a favor de la infancia?” Del capítulo 3: Brindar una educación de calidad.

El primer aspecto señalado es la inversión para el desarrollo de la primera infancia, ya que esta inversión se traducirá en el mejor comienzo posible de la vida de las niñas y los niños. La inversión en programas integrados para el desarrollo de la salud, alimentación y educación, harán que los jóvenes adquieran y ejerzan capacidades y actitudes para aprovechar de manera óptima la enseñanza preescolar y primaria.

Otro punto es la necesidad de ofrecer educación a todos los niños y niñas, lo que ya está garantizado por la totalidad de los países miembros de la ONU. Lo anterior no significa que se hayan superado las dificultades para matricular y retener a los niños y niñas con mayores índices de marginación, como los que pertenecen a las minorías étnicas, los huérfanos y otros niños y niñas vulnerables como son los afectados por las guerras y otras situaciones emergentes. Para avanzar en este aspecto con mayor rapidez y lograr en 2015 los Objetivos del Milenio, los países tendrán que invertir más recursos en sus sectores educativos. Para lo anterior, se han establecido sistemas que si bien en el nuestro no son nada novedosos, si lo son en otros como la escolarización flexible, la enseñanza simultánea de varios grados, horarios adaptados a las necesidades de la comunidad y sistemas de aprendizaje a distancia.

El tercer aspecto se refiere a la promoción de las escuelas acogedoras, lo que significa que el ámbito escolar ofrezca un entorno seguro y agradable, que permita estudiar las asignaturas tradicionales, desarrollar conocimientos para la vida práctica y aprender a pensar de manera crítica y creativa. Una escuela acogedora es una escuela integrada adecuadamente a su comunidad y que sirve como espacio donde los niños y las niñas marginadas y excluidos en otros ámbitos aquí se sientan seguros sin temor a la violencia, a la intolerancia, al rechazo y a la exclusión.

El siguiente aspecto es de plena complejidad y se encuentra de manera permanente en debate: ofrecer educación de calidad. En este rubro tienen que ver las instalaciones, el tipo de enseñanza, los materiales pedagógicos, el medio socioeconómico, los programas escolares y la intervención pedagógica de maestros y padres de familia. No cabe duda de que todos esos elementos revisten una gran importancia, por lo que es preciso mejorarlos simultáneamente, a fin de que la intervención pedagógica de los maestros y de toda la institución escolar no se vea rebasada por otros factores socioeconómicos externos a la escuela. El mejoramiento de estos factores de manera aislada o sin vinculación no producirá el mismo impacto.
Por último, se menciona la necesidad de que todas las niñas reciban educación preescolar y primaria, lo que significa que aún en los lugares más apartados y marginados se atraiga y retenga a los niños y las niñas, pues muchas veces y por diferentes factores se prefiere que sea el niño el que asista a la escuela y que la niña permanezca en su hogar ayudando a la madre o en otras tareas. Nos referimos, desde luego, a la equidad en el cumplimiento del derecho a la educación, tanto de niños como de niñas.

Estos cinco aspectos podrían parecer mínimos, pero se debe considerar que cada uno de ellos comprende muchos elementos. Por otra parte, parecieran ya cubiertos en nuestro sistema educativo nacional, pero no resulta así. Cada uno de ellos requiere un análisis que implica la inversión del Estado en el sistema educativo, la universalidad de la educación, las condiciones socioeconómicas y pedagógicas en que se desarrolla la infancia, la tan debatida calidad de la educación y la equidad de género. Resultaría ilusorio afirmar que todo lo anterior se ha cumplido en México, pues estudios concretos relativos a cada uno de estos temas pronostican que nuestro país no podrá cumplir los Objetivos del Milenio en materia educativa en 2015, por lo que los esfuerzos oficiales, de padres de familia y de la sociedad en general se tendrán que redoblar, más que descalificar, soslayar, sesgar, minimizar o satanizar cualquier declaración o resultado de estudios que señalen nuestras omisiones, carencias o deficiencias.

Para finalizar, retomamos las palabras de Ban Ki-moon, Secretario General de las ONU, que aparece en el prefacio del documento que nos ocupa “Juntos podemos alcanzar estos objetivos fundamentales, si actuamos ahora con una mayor determinación. Esto exigirá que invirtamos más en servicios sociales básicos, que mejoremos las alianzas entre los sectores público y privado, que ampliemos la escala de las estrategias y que proporcionemos a los niños y niñas un entorno sano, seguro y protector.”

lunes, 28 de abril de 2008

El libro: instrumento singular de la humanidad

Eduardo Pérez Roque
“Por su contribución a la creación y preservación de la urdimbre educativa, cultural y económica de nuestras sociedades el libro desempeña en ellas funciones múltiples y fundamentales.

“Obra del ingenio humano protegida por el derecho de autor que alimenta el patrimonio inmaterial de la humanidad, el libro es al mismo tiempo una mercancía y esa dualidad se ha puesto de relieve y analizado en diversas ocasiones. De ahí que el libro sea el eje de toda una cadena de actividades y profesiones generadoras de ingresos y un componente importante del desarrollo económico”.

Las anteriores palabras forman parte del mensaje que con motivo del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, el próximo dia 23, ha emitido Koichiro Matsuura, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO). En esta ocasión se ha designado a la ciudad de Amsterdam como Capital Mundial del Libro 2008, después de que lo han sido Madrid, Alejandría, Nueva Delhi, Amberes, Montreal, Turín y Bogotá. Para esta celebración se asumió el lema “Amsterdam, un libro abierto”

En relación a esta celebración conviene comentar dos aspectos vinculados al libro: uno que es la lectura y otro un tópico de su marco jurídico en México. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Lectura (ENL) que presentó el 27 de octubre de 2006 el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM el promedio anual de libros leídos es de 2.9, que si bien rebasa el anterior de 0.5 libros, no constituye ningún avance significativo. En cuanto al promedio nacional de libros leídos, Veracruz, incluido en la región sur de la ENL se encuentra abajo de la media nacional, ya que en nuestra entidad sólo se leen 2.6 libros anualmente.

Otro aspecto a considerar con motivo del próximo día 23 es que el pasado día 1° las fracciones parlamentarias de la Cámara Alta del Congreso de la Unión presentaron en primera lectura la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, que fue vetada por el entonces Presidente Vicente Fox en septiembre de 2006. En este caso, la actual Comisión de Cultura del Senado presentó un dictamen en el que se conservan la mayoría de las disposiciones vetadas, entre ellas el precio único del libro.

En este dictamen, la Comisión de Cultura refuta en su totalidad las observaciones que Vicente Fox hizo y señalan de manera clara y precisa que establecer el precio único al libro, no significa que se violente el sistema jurídico constitucional ni se constituirán prácticas monopólicas.

Esta medida, como ya lo señalamos en otra ocasión, tiene como objetivo que el precio único sea respetado por toda la cadena de comercialización y que de esta manera contribuya a erradicar prácticas discriminatorias, ya que ejemplares de una misma edición se venden a precios diferentes. También, con esta medida se aumentará la oferta de títulos no incluidos en los acervos bibliotecarios y que resultan inaccesibles por su alto costo en centros de venta del interior del país.

Otra finalidad del precio único es “potenciar el mercado editorial a todo el territorio nacional y que en la competencia se tomen en cuenta aspectos como variar el catalogo, localización, surtido, servicios personalizados y ubicación de los puntos de venta.”

Mucho se podría seguir escribiendo acerca del libro, como son los aspectos del bajo nivel de lectura en nuestro país, las industrias culturales, los factores que influyen en la disposición para la lectura en nuestro país, la calidad de los libros que se leen no como tarea obligatoria sino como una actividad lúdica, el tiraje de los libros, la política pública para incrementar la lectura y otros.

Y como ya lo manifestamos en otra ocasión, el próximo día 23, meditemos en la relación que mantenemos con este objeto, símbolo de la cultura y el saber de la humanidad. Pero además, regalemos un libro, ¿a quién? sobrará a quienes; ¿cuál? ¡hay muchos y para todos!